viernes, 9 de abril de 2010

Clasificaciones clásicas


Existe un número elevado de especies animales que actualmente existen y que están ya extinguidas. Debido a esta gran diversidad, es necesario ordenarlos de alguna manera para poder conocerlos y estudiarlos mejor.

La primera clase de ordenación de los distintos grupos de animales fue en forma de diccionario. En estos diccionarios aparecían los nombres de las especies ordenados de forma alfabética seguidos de algunas características. Esta forma de ordenar nos daba una idea en conjunto pero no los agrupaba en distintos grupos según su similitud.

Los primeros naturalistas empezaron a agrupar las distintas especies en función de un carácter morfológico, como el color, la talla, etc. Empezaron a distribuirlos en grupos de valor jerárquico distinto llamados clase, tipos, tribus, familias, géneros, etc.

La primera clasificación fue realizada por Aristóteles, que dividía el reino animal en los siguientes nueve grupos: hombres, cuadrúpedos (animales de 4 patas. Incluía a los mamíferos, tortugas y lagartos), pájaros, pescados, serpientes, moluscos, testáceos, crustáceos, insectos. A su vez los cuadrúpedos se dividían en 2 órdenes: vivíparos (mamíferos) y los ovíparos (tortugas y lagartos).

No se realizó ninguna modificación en la clasificación hasta la aparición de los trabajos de Linneo, que introdujo, por primera vez, la denominación de mamíferos para los cuadrúpedos, vivíparos y cetáceos de Aristóteles. Reunió en un mismo grupo a las tortugas, a los lagartos, a las serpientes y batracios (anfibios). El cuarto grupo lo formaban los peces, el quinto los insectos y el sexto los gusanos. En el grupo quinto unía conjuntamente con los insectos, a los crustáceos.

A finales del siglo pasado, fue cuando Lamarck introdujo la división de los animales en vertebrados e invertebrados. Entran en la primera división, los mamíferos, los pájaros, los lagartos, las tortugas, las serpientes, los batracios y los peces. Todos los demás animales forman parte de la división de los invertebrados.

Poco tiempo después Cuvier clasificó a los vertebrados en cuatro grandes clases: los mamíferos, los pájaros, los reptiles y los peces. Los mamíferos, los pájaros y los peces forman tres grandes divisiones perfectamente naturales; pero no sucede lo mismo con los reptiles, que en la clasificación de Cuvier comprenden también a los batracios. Cuvier clasificaba los mamíferos en los grupos siguientes:



Este puede considerarse como el primer ensayo de una clasificación verdaderamente científica de los mamíferos, e hizo dar un paso gigantesco a la historia natural, siendo universalmente aceptado. Aunque la clasificación no es tan natural como se esperaba.

De los naturalistas posteriores a Cuvier, Blainville fue quien introdujo mayores innovaciones en la clasificación, particularmente por la introducción de las tres divisiones fundamentales de los mamíferos en monodelfos, didelfos y ornitodelfos. Los monodelfos son mamíferos que pasan toda la vida embrionaria en el vientre de la madre, son los placentarios actuales. Este grupo comprende el hombre, los monos, los carnívoros de Cuvier, los desdentados, los roedores, los cetáceos de Cuvier, los paquidermos del mismo naturalista y los rumiantes. Los didelfos son mamíferos marsupiales. Entran en esta división los canguros y casi todos los demás mamíferos australianos y las sarigas americanas. En los ornitodelfos el feto no tiene placenta y tiene una gestación aún más incompleta que la de los didelfos, en parte externa, como la de estos últimos, y con la particularidad de tener una cloaca. El aquidna y el ornitorinco son los dos únicos géneros existentes que comprende este grupo.

Existe otra clasificación, la mamalógica de Owen, basada sobre el número y la complicación de los pliegues cerebrales, según la cual divide a los mamíferos en cuatro grandes grupos: los liencéfalos, los lisencéfalos, los girencéfalos y los arcancéfalos.

Todos los naturalistas contemporáneos, o cuando menos su máxima parte, aceptan las divisiones fundamentales de monodelfos, didelfos y ornitodelfos, dividiéndolos en cierto número de grandes grupos, generalmente colocados en el orden siguiente:



Hay, sin embargo, algunas excepciones. Unos reúnen al hombre y los monos en un solo orden bajo el nombre de primates, separando los lemúridos, con los cuales forman otro orden. Otros que separan los perisodáctilos en paquidermos comunes y solípedos, y los artiodáctilos en suídeos y rumiantes. Otros que, al contrario, reúnen los suídeos y los paquidermos. Los hay que reúnen las focas a los carniceros, que separan las liebres de los demás roedores para constituir un orden distinto, etc. No hay ningún naturalista de mediana importancia que no quiera reunir o subdividir algunos grupos, con razones más o menos plausibles, pero siempre sujetas a principios poco fijos y que no obedecen a ningún plan, método o sistema general.

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