Los mamíferos (Mammalia) son una clase de vertebrados caracterizados por la presencia de glándulas sudoríparas, pelo y/o piel y tres huesos en el oído medio (martillo, yunque y estribo) utilizados para la audición, excepto en monotremas que presentan un oído reptiliano. Tanto el martillo como el yunque derivan de huesos presentes en la mandíbula inferior de los ancestros de los mamíferos.
La mandíbula está conformada sólo por el hueso dentario, rasgo único y exclusivo de todos los mamíferos, constituyendo la principal característica diagnóstica para el grupo.
La articulación de la mandíbula con el cráneo se efectúa entre el dentario y el escamosal, característica también única y exclusiva de los mamíferos.
El pelo tiene varias funciones que incluyen: el aislamiento, formar patrones de color y favorecer el sentido del tacto. En mayor o menor medida aparece a lo largo de la vida aunque solo sea en la etapa embrionaria.
El cerebro de los mamíferos regula el sistema endotérmico (homeotermos) y circulatorio, incluyendo un corazón con cuatro cámaras. Además la mayoría presenta dientes especializados.
Las hembras producen leche en glándulas mamarias para alimentar a las crías de modo que invierten una gran cantidad de energía para el cuidado de éstas, una situación que influye en muchos aspectos de la evolución de los mamíferos, la ecología y su comportamiento.
Filogenéticamente, Mammalia se define como un grupo monofilético en el que todos descienden de un antepasado común de modo que algunos grupos extintos de "mamíferos" no son miembros del grupo Mammalia, aunque la mayoría de ellos tienen todas las características propias de los mamíferos. Actualmente estos "mamíferos" se ubican en el clado Mammaliaformes.
Evolutivamente la línea de origen de los mamíferos se separó al final del período Carbonífero de modo que una línea de amniotas daría lugar a los reptiles, mientras que la otra daría lugar a los sinápsidos. Según la cladística, los mamíferos son un sub-grupo de sinápsidos.
Los primeros mamíferos aparecieron en los periodos Pérmico y Triásico. Tras el éxito alcanzado en esta época fueron prácticamente suplantados durante el Jurásico y el Cretácico por los reptiles diápsidos (dinosaurios, pterosaurios, cocodrilos, plesiosaurios, ictiosaurios) Finalmente tras la gran extinción de los dinosaurios, los mamíferos alcanzan de nuevo un papel dominante y presentan una gran diversificación durante el Paleoceno y Eoceno.
Los mamíferos se dividen en tres grupos taxonómicos principales en función de cómo nacen. Estos grupos son: monotremas, marsupiales y placentarios. A excepción de los ordenes Monotremata (Familias Ornithorhynchidae y Tachyglossidae (Equidnas) que ponen huevos, todas las especies de mamíferos dan a luz a crías vivas. Además los placentarios, el grupo más grande de los mamíferos, utiliza la placenta durante la gestación.
La clase Mammalia se divide en dos subclases: Prototheria, que incluye el orden Monotremata, y Theria, que incluye los placentarios y marsupiales vivíparos. La mayoría de los mamíferos, incluidos los seis órdenes principales, pertenecen al grupo de los placentarios. Los ordenes incluidos son Rodentia (ratones, ratas, erizos, conejos, castores, capibaras, y otros mamíferos roedores), Chiroptera (murciélagos), Soricomorpha (musarañas, topos y solenodontes), Carnívora (perros, gatos, comadrejas, osos, focas, y sus familiares), Cetartiodactyla (ungulados, ballenas y los primates). El tamaño relativo de estos últimos tres órdenes difiere según el sistema de clasificación y las definiciones utilizadas por diversos autores.
jueves, 8 de abril de 2010
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